lunes, 5 de marzo de 2012

La Espera

Esperando su llamada,
mis sentidos alerta...
Despliego los latidos,
de este, mi cuerpo servil.
Deseando el llamado,
oir la voz de mi Ama.
Sentir la embriaguez que producen sus palabras.
La mente se doblega, mi carne se extremece.
Mi entrega se completa.
Solo una llamada.
La espera eterna...
Entregarme a sus demandas, servirla hasta saciarla.
Desbocarme entre sus manos, dejarme la piel por ella.
¿La recompensa?
Solo su llamada.
La espera. ¡Dios!
¡La espera!
 De esclava kohana a Dama Ayla.



No hay comentarios:

Publicar un comentario