miércoles, 26 de diciembre de 2012

Heidi Taillefer


Hay algo del viejo mundo en el trabajo de la artista de Montreal Heidi Taillefer, un aire evocador y romántico, sus pinturas con figuras de la mitología antigua, la religión y la historia. navegan en lo clásico y lo figurativo y sus temas arquetípicos. Su preocupación por la tecnología y la forma en que está cambiando el panorama de la existencia humana. sus temas son manifestaciones quiméricas que combinan partes del cuerpo humano y animal, a lo que añade, bombillas y objetos de anticuario, haciéndolos flotar con tensión anticipatoria en su entorno. En el de Heiidi Tailleferr fusiona la pintura figurativa clásica, el surrealismo, el realismo contemporáneo, combinado con la mitología y las tradiciones populares figurativas que van desde el romanticismo victoriano a la ciencia ficción. Su obra está en consonancia con algunos de los surrealistas del siglo 20, como Max Ernsty DeChirico Girogio. Con estos antecedente traza el perfil de la condición humana a través de diferentes épocas y culturas, a través de la lente y el idioma, reflejando la omnipresencia de los avances tecnológicos en el mundo. Nacida en Montreal, Quebec, Heidi Taillefer comenzó a dibujar a la edad de tres años, criada en una familia rica. Educada en un entorno creativo se sentía atraída por lo extraño e inusual, fascinada por espécimenes de animales extraños. A partir de los diez años tomo lecciones privadas de arte, donde desarrolló habilidades en la pintura de acuarela. Después de obtener un título en estudios humanísticos por la Universidad McGill en la década de los 90, Taillefer comenzo a realizar numerosos viajes a países en desarrollo, prestando especia atención a los temas más universales de la condición humana en el contexto de la sociedad moderna.